El Significado de la Navidad

Para muchos de nosotros, la Navidad es una de nuestras épocas favoritas del año. Es bueno tomar un descanso de nuestras rutinas normales y pasar tiempo con familiares y amigos. Muchos de nosotros tenemos costumbres y tradiciones navideñas especiales, que incluyen decoraciones, comidas, canciones y el intercambio de regalos con nuestros seres queridos. Todas estas cosas son muy bonitas, pero ¿transmiten el verdadero significado de la Navidad?

Si hacemos una pausa y nos despojamos de todo el brillo, el comercialismo y las tradiciones en torno a la celebración de la Navidad, el verdadero significado de la festividad se vuelve más fácil de ver. Somos capaces de ver una estrella que nos recuerda la estrella que siguieron los magos hace dos mil años, mientras buscaban al niño Jesús. Y recordamos el mensaje del ángel a los pastores: “Porque les ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor” (Lucas 2:11). La Navidad es el día en que celebramos el nacimiento del Cristo, de Jesús, el Hijo de Dios.

¿Cuál fue la razón por la que Jesús dejó Su hogar en el cielo para venir a este mundo? ¿Fue simplemente para hacer buenas obras o para dejarnos un ejemplo a seguir? No, fue mucho más que eso. “Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores” (1 Timoteo 1:15). Vino a remediar de una vez por todas el problema del pecado que nos separa de Dios. Tú podrías decir: “¡Pero yo no soy un pecador!”. ¿Has mentido alguna vez? ¿Has tenido alguna vez un pensamiento impuro? La norma de santidad de Dios no deja lugar a la imperfección, y Su palabra es muy cierta cuando dice: “Todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios” (Romanos 3:23).

Sí, todos somos pecadores, y se acerca el día en que “cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí mismo” (Romanos 14:12). En ese día, ¿estarás a la altura? Podemos saber esto con certeza, porque Dios ya ha declarado lo que se requiere: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que no obedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él” (Juan 3:36).

¿Por qué es tan importante que creamos (pongamos nuestra confianza) en Jesús? Porque Dios ha dejado en claro que el perdón de los pecados no se basa en lo que nosotros hacemos por Él, sino que se basa totalmente en lo que Él ha hecho por nosotros.

El regalo de la vida eterna fue comprado cuando Jesús, el sacrificio sin pecado, murió en la cruz por nuestros pecados (Romanos 6:23). Ahora Él ha resucitado de entre los muertos y ofrece perdón y vida nueva a todos los que se acercan a Él con un corazón arrepentido y confían en Él como su Salvador.

Aquí es donde el verdadero significado de la Navidad se hace evidente. La Navidad se trata del gran amor de Dios por nosotros y del regalo invaluable que nos ofrece a todos.

Si nunca has hecho de Jesús tu Salvador, simplemente da los tres pasos siguientes: Admite tu necesidad de un Salvador, cree que Jesús murió por ti, y clama a Él. ¡Él te salvará!

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, sino que tenga vida eterna” (Juan 3:16).